Terapia para Adolescentes

Cierto grado de nerviosismo junto con ansiedad es frecuente en la adolescencia. En esta edad son más conscientes de las demandas del entorno y de la mayor demanda hacia ellos mismos; por su momento evolutivo, se sienten menos capaces para afrontar estas demandas, generando un sentimiento anticipatorio negativo y de fracaso ante situaciones futuras, como puede ser ante los exámenes, o ante situaciones habituales en las que se sienten evaluados por sus amistades.

Algunos adolescentes pueden mostrar un nivel alto de ansiedad, haciendo que se sientan inseguros buscando la aprobación de los otros para no sentirse fracasados. Este estrés en la adolescencia se puede combinar con cierto nivel de ansiedad y bajo estado de ánimo. Son varios los motivos que pueden causarle estrés: dificultades de integración con su grupo de referencia o en el instituto, falta de amistades, final de relaciones amorosas, etc.

En esta edad sienten que tienen que decidir aspectos relevantes de su futuro, a nivel de estudios o de profesión a la que se dedicarán de adultos, y que aún no están preparados o no lo tienen claro. Se les junta la incertidumbre de hacia dónde quieren dirigir su futuro vocacional y profesional, con la inseguridad producida por el miedo a tomar una decisión equivocada. En este momento les puede ayudar el asesoramiento experto de alguien que valore sus intereses y capacidades y que les muestre las posibles salidas vocacionales en las que puede sentirse satisfecho y triunfar en su futuro.

La adolescencia es un momento de grandes cambios físicos, en los que a veces les cuesta reconocerse a ellos mismos. A esto se añade su bajo control emocional, en el que las emociones se exacerban, y en el que la autoestima está en proceso de refuerzo, afectándoles enormemente cualquier pequeño contratiempo de su día a día. Estos jóvenes se encuentran con un entorno que perciben con grandes demandas a las que a veces no se sienten capaces de poder responder y esto les lleva a un sentimiento de frustración e incapacidad que les desmotiva y hace que se sientan abatidos emocionalmente, sin ganas de hacer nada y sin esperanzas de futuro.

En muchas ocasiones los adolescentes, por los cambios físicos de esta edad, les cuesta asumir su nueva imagen, haciendo que se sientan inseguros, siendo, además, una edad en la que toma mucha relevancia el papel de sus amistades y la imagen que transmiten a estas. Es muy habitual que se muestren tímidos e inseguros, volviéndoles más retraídos y con más inseguridad para relacionarse como adolescente, con sus iguales. A algunos adolescentes les resulta muy útil el apoyo de un psicólogo para desarrollar y entrenar sus habilidades sociales o de relación.

Estos trastornos se pueden dar en hombres y en mujeres, pero la incidencia es mayor en mujeres. A esta edad se combinan varios aspectos para potenciar estos trastornos, por un lado los cambios en su imagen hacen que puedan verse “gordos” en relación a cómo se veían antes, o en relación con sus iguales; por otro lado este factor se combina con la gran relevancia que tiene el ser aceptados por el grupo de iguales, unido a la baja autoestima y a la relevancia del físico para ser aceptados. Muchas veces estos trastornos comienzan con la idea de “perder unos kilos”, pero se debe estar muy alerta y consultar con un especialista cuando la pérdida de peso no está supervisada por un médico y es progresiva. Este trastorno viene acompañado por la percepción distorsionada de su cuerpo, viéndose siempre el adolescente con kilos de más, haciendo así que se mantenga este trastorno en el tiempo.