Terapia para Adultos

La ansiedad es un mecanismo de nuestro organismo que responde a una situación que nos genera amenaza; la persona siente que no puede afrontar determinadas situaciones y se siente superada por completo. Los síntomas más frecuentes son: sensación de nerviosismo, de peligro inminente, palpitaciones, respiración acelerada, temblores, problemas para concentrarse, dificultad para dormir, etc. En ocasiones extremas la persona puede llegar a padecer ataques de ansiedad: tiene la sensación de que se está muriendo, sensación de ahogo y de falta de aire para respirar, mareos, etc. Para resolver este padecimiento es fundamental el trabajo diario de la persona que lo sufre, guiado por el psicólogo terapeuta. En caso de no ser tratada la persona, los síntomas se pueden agravar o incluso afectar a la salud de manera grave. En muchas ocasiones es recomendable acudir al médico para reforzar la intervención psicológica con fármacos que faciliten el bienestar de la persona, de manera paralela a la terapia.

Las fobias se incluyen dentro de los trastornos de ansiedad. Una fobia es un temor intenso e irracional hacia algo que representa poco o ningún peligro real. Existen muchísimos tipos de fobias, pero las más extendidas son: agorafobia (miedo a lugares abiertos o con mucha gente), fobia social (miedo a situaciones de interacción con otras personas), y, recientemente, a raíz del COVID-19, la misofobia, (temor a virus, bacterias y a estar contaminado). Cuando la persona se enfrenta a lo que teme los síntomas más frecuentes son: pánico y miedo, palpitaciones, sensación de ahogo, temblores e intenso deseo de huir. El tratamiento psicológico, consiste en ayudar a la persona a localizar, procesar y combatir el miedo, superando la fobia definitivamente en la mayoría de los casos.